El 15 de agosto de 1973, el capitán del piquete de la Unión de Campesinos (UFW), Nagi Daifullah, fue asesinado por un oficial adjunto del Departamento del Sheriff del condado de Kern por su participación en la huelga de la uva de California de 1973. Nagi Daifullah trató de huir del oficial adjunto Gilbert Cooper, pero fue perseguido y atacado con una larga linterna de metal de cinco celdas. El golpe en la cabeza separó la médula espinal del cráneo. Luego, dos agentes arrastraron a Daifullah veinte metros hasta una cuneta y arrestaron a los trabajadores que intentaron ayudarlo. Murió a la edad de 24 años. César Chávez convocó a una marcha rápida y fúnebre, pero dos días después, el 17 de agosto de 1973, el huelguista no violento Juan de la Cruz fue asesinado en el piquete de UFW por un rompehuelgas que disparó desde un camión. Los rompehuelgas, Ernest Baclig y Bayani Advincula, eran campesinos filipinos del rancho Dalton Anderson. Los rompehuelgas y los huelguistas intercambiaron insultos, lo que provocó que los huelguistas arrojaran piedras al camión de los rompehuelgas. Bayani Advincula luego agarró un rifle calibre .22 y disparó contra la multitud. Juan de la Cruz salvó la vida de su esposa Máxima empujándola hacia el suelo, pero una de las cinco balas lo alcanzó debajo del corazón. Murió a la edad de 60 años. El funeral de Daifullah contó con diez mil personas y el de De la Cruz tuvo seis mil personas. Después de los funerales, César Chávez les dijo a los huelguistas que la Junta Ejecutiva votó por unanimidad suspender la huelga y que los contratos de los huelguistas se recuperarían mediante votación y boicot. Los huelguistas querían seguir luchando en los piquetes.