El mercado central de Los Ángeles en la calle 7 y Avenida Central era una terminal importante donde se descargaban los productos y luego se distribuían a las tiendas minoristas, principalmente las grandes cadenas. Esa tarde, Gene Boutilier, la persona a cargo de la oficina de boicot en Delano, les dijo a Doug Rippey y Emmon Clarke que siguieran un camión con uvas cosechadas por esquiroles que se dirigía al mercado de Los Ángeles. 

"Pégate a este camión como si fueras un perro rabioso", le dijo Boutilier a Rippey. "No le des una oportunidad. Haz saber que lleva uvas de esquiroles". Rippey, Clarke, Bill O'Connell y María Fernández se subieron a la camioneta de Rippey y trataron de alcanzar el camión que estaba delante de ellos en la carretera 99. Pusieron un letrero en la parte trasera de su camioneta con letras negras que decía: "Precaución. Cargo de esquiroles adelante".